La Marcha Nupcial es una pieza musical que ha llegado a ser sinónimo de bodas, un sonido que evoca imágenes de novias caminando por el pasillo hacia su futuro. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo se popularizó esta tradición? En este artículo, exploraremos la historia de la Marcha Nupcial y cómo se convirtió en una parte integral de las ceremonias de boda.
Origen de la Marcha Nupcial
La Marcha Nupcial más conocida fue compuesta por el compositor alemán Felix Mendelssohn en 1842. Esta pieza musical fue creada como parte de la música para la obra de teatro «Sueño De Una Noche de Verano» de William Shakespeare. Sin embargo, no fue hasta años después que esta melodía se asociaría con las bodas.
La Reina Victoria y la Marcha Nupcial
La tradición de utilizar la Marcha Nupcial en las bodas comenzó con la reina Victoria del Reino Unido. Era una gran admiradora de la música de Mendelssohn y amiga personal del compositor. Cuando su hija, la princesa Victoria, se casó con el príncipe Federico Guillermo de Prusia el 25 de enero de 1858, la reina Victoria pidió que se tocara la Marcha Nupcial durante la ceremonia. Este evento tuvo lugar en la Capilla Real del Palacio de St. James en Londres.
Influencia de la Reina Victoria
La reina Victoria fue una de las grandes influencers de su época. Muchas Casas Reales y familias aristocráticas copiaron sus gustos y modas, incluyendo la elección de la música para las bodas. A partir de la boda de la princesa Victoria, la Marcha Nupcial de Mendelssohn se convirtió en la pieza musical por excelencia para la entrada de la novia en las bodas.
La Marcha Nupcial Hoy
Hoy en día, la Marcha Nupcial sigue siendo una elección popular para las bodas. Aunque algunas parejas optan por canciones más modernas o personales, la Marcha Nupcial mantiene su lugar como un clásico atemporal. Su melodía evocadora y su rica historia la convierten en una elección significativa para muchas parejas en su día especial.